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Antes de salir a comprar piedras preciosas, diamantes y perlas, vale la pena estudiar un poco el tema para informarse. Su costo y su valor pueden depender de su tamaño, si son naturales o manufacturados, y si fueron sometidos a algún tratamiento para mejorar su apariencia o incrementar su valor.

Cómo comprar joyas

Cuando esté por comprar una joya, es posible que piense en su diseño, calidad y cuánto desea gastar. También es útil saber dónde se puede conseguir la mejor joya al mejor precio.

Al momento de buscar una joyería o un vendedor de joyas en línea:

  • Pida recomendaciones a familiares, amigos o colegas de trabajo.
  • Averigüe la opinión de otras personas sobre un vendedor ingresando el nombre y las palabras “complaints” o “reviews” en un motor de búsqueda; si hace la búsqueda en español, agregue las palabras “quejas” o “comentarios”.
  • Averigüe las políticas de reembolso y devolución y obténgalas por escrito.

Además, familiarícese con el vocabulario, frases y marcaciones comunes que se usan para describir el tipo de joya que está buscando para que le resulte más fácil decidir si una pieza de joyería vale lo que cuesta.

Piedras preciosas

Cuando esté por comprar piedras preciosas, le será útil saber que hay tres tipos principales de productos de piedras preciosas:

  • Las piedras preciosas naturales que son creadas por la naturaleza. Pueden ser raras y caras.
  • Las piedras creadas en laboratorio (también llamadas sintéticas, cultivadas en laboratorio o manufacturadas) que poseen las mismas propiedades químicas, físicas y visuales que las piedras preciosas naturales, pero que son fabricadas por el hombre. Suelen ser menos costosas que las piedras naturales.
  • Las piedras de imitación que tiene un aspecto similar al de las piedras naturales, pero que se fabrican con materiales más económicos como vidrio o plástico y que no tienen las mismas propiedades químicas, físicas y visuales que las piedras naturales.

Las piedras creadas en laboratorio y las de imitación deben estar identificadas claramente como tal. Los diamantes de imitación, como el circonio cúbico, pueden ser muy parecidos a los diamantes naturales, pero cuestan mucho menos. Algunas piedras creadas en laboratorio, como la moissanite o moissanita, son parecidas a los diamantes naturales y es posible que la diferencia no se pueda detectar adecuadamente a simple vista o incluso con una lupa de joyero. Pregúntele al vendedor si posee el equipo de prueba necesario para distinguir los diamantes naturales de las piedras creadas en laboratorio.

Tamaño

Las piedras preciosas se pueden medir y valuar de acuerdo a su peso, a su tamaño o en base a ambos factores. La unidad básica de peso de las piedras preciosas es el quilate, que es una medida diferente al “kilate” que se usa para medir el grado de pureza del oro. Un quilate o carate equivale a 1/5 de un gramo y se divide en 100 unidades, cada una de estas unidades se llama punto. Por ejemplo, una piedra preciosa de medio-quilate podría pesar 50 puntos. Cuando las piedras preciosas se miden y valúan de acuerdo a sus dimensiones, el tamaño de la piedra suele estar expresado en milímetros, por ejemplo, 7 x 5 milímetros.

Tratamientos y realces

Algunas piedras preciosas son sometidas a tratamientos para mejorar su apariencia o durabilidad, o para cambiar su color. Algunos tratamientos de realce afectan el valor de una piedra en comparación con una piedra similar sin tratamiento. Los efectos de algunos tratamientos pueden disminuir o cambiar con el transcurso del tiempo, y hay algunas piedras tratadas que pueden requerir un cuidado especial, por lo tanto, debería preguntar si una piedra preciosa ha sido tratada.

Estos son algunos tratamientos comunes y sus efectos:

  • El tratamiento de blanqueado se usa para aclarar y blanquear algunas piedras preciosas, incluyendo el jade y las perlas.
  • El tratamiento de difusión consiste en agregarle color a la superficie de las piedras incoloras. El centro de la piedra permanece incoloro.
  • El tratamiento de teñido se usa para agregar color y mejorar la uniformidad del color de algunas piedras preciosas y perlas.
  • El tratamiento de relleno de fracturas se usa para ocultar las grietas de las piedras preciosas y consiste en aplicar una inyección de plástico o vidrio incoloro para mejorar la apariencia y durabilidad de las piedras.
  • El tratamiento de calor se puede usar para aclarar, oscurecer o cambiar el color de algunas piedras preciosas, o mejorar la claridad de una piedra.
  • El tratamiento de impregnación consiste en aplicar aceites, ceras o resinas incoloras y se usa para ocultar una variedad de imperfecciones y para mejorar la claridad y apariencia de algunas piedras.
  • El tratamiento de irradiación se puede usar para agregar color a los diamantes de colores, a ciertas piedras preciosas y a las perlas.

Diamantes

Las cuatro C de los diamantes

El valor de un diamante se basa en cuatro criterios:

1. Color: suele clasificarse en base a una escala establecida por el Gemological Institute of America (GIA). La escala de color de GIA clasifica los colores en un rango de D a Z, la letra D corresponde a la gradación más alta. Cuanto más color tiene un diamante, menor es su valor.

2. Corte: se refiere a la calidad de la talla del diamante, y los factores que se consideran para evaluar la talla son las proporciones, el pulido y la simetría del diamante.

3. Claridad: es un criterio que se usa para evaluar las imperfecciones naturales de la piedra, también se puede llamar limpidez o transparencia. Las escalas del GIA clasifican la claridad en un rango que va desde “sin ningún defecto” a I3. Un diamante puede ser descrito como “sin defectos” únicamente cuando un clasificador de diamantes con experiencia determina que no tiene ninguna imperfección interna o en la superficie examinándolo con una lupa de 10 aumentos.

Algunos diamantes pueden someterse a un tratamiento para mejorar su apariencia. Algunos joyeros los llaman tratamientos de “realce de claridad o limpidez”. Los tratamientos incluyen el relleno de fracturas y aplicación de láser, que es un proceso que consiste en utilizar un rayo láser para quitar impurezas o manchas negras de un diamante. Por lo general, una piedra perforada y tratada con láser no requiere ningún cuidado especial, pero puede no ser tan valiosa como una piedra sin tratar. Los joyeros deben informarle si una piedra tiene un tratamiento con láser.

4. Carate o quilate: se refiere al peso de la piedra. El peso se puede describir en decimales o en fracciones de un quilate o carate.

  • Si el peso se expresa en partes decimales, el número se debe redondear al decimal más cercano. Por ejemplo, una marcación de “.30 carates” podría representar un diamante que pesa entre .295 y .304 quilates o carates.
  • Si el peso se indica en fracciones, un diamante descrito como de ½ quilate podría pesar entre .47 y .54 quilates. Si un vendedor le informa el peso de un diamante en fracciones, le debe decir que el peso no es exacto e indicarle el rango lógico de peso del diamante. Por ejemplo, “El rango de peso de este diamante es de entre .47 y .54 quilates”.

Asegúrese de que en los documentos de venta le incluyan por escrito cualquier información que el vendedor le haya dado cuando hizo su compra, por ejemplo, el peso o tamaño de la piedra, los tratamientos y si requiere un cuidado especial. Algunos joyeros pueden darle un informe de clasificación de un laboratorio gemológico.

Perlas

Las perlas pueden ser naturales, cultivadas o de imitación.

  • Las perlas naturales son creadas por las ostras y otros moluscos.
  • Las perlas cultivadas también provienen de los moluscos pero después de introducir manualmente un elemento irritante dentro de las conchas para inducir el cultivo de una perla.
  • Las perlas de imitación son fabricadas por el hombre con vidrio, plástico u otros materiales.

Las perlas naturales son muy raras, por lo tanto, la mayoría de las perlas que se usan en joyería son cultivadas o de imitación. Usualmente, las perlas cultivadas son más costosas que las perlas de imitación. Por lo general, el valor de una perla cultivada se basa en su tamaño o diámetro, que habitualmente se expresa en milímetros, y en la calidad de su cobertura de nácar, que es lo que le da su brillo perlado. Los joyeros deben decirle si las perlas son cultivadas o de imitación.

Los joyeros también deben decirle si las perlas tienen un tratamiento que no es permanente, requiere de cuidados especiales o afecta significativamente su valor. Por ejemplo, hay algunas perlas producidas naturalmente que son de color negro, bronce, dorado, o con tonalidades púrpura, azul y naranja. Al igual que con cualquier otro tratamiento o realce de perlas, los joyeros deben informarle si las perlas de colores fueron sometidas a algún tratamiento de color, teñido o irradiación, si ese tratamiento no es permanente, si requiere de cuidados especiales o afecta significativamente su valor.

Reporte los problemas

Si tiene algún problema con la compra de una joya, primero trate de resolverlo con el vendedor. Si no está satisfecho, repórtelo ante:

El Jewelers Vigilance Committee (JVC) cuenta con un programa de mediación que brinda asistencia a personas que tienen disputas con joyeros. Puede consultar más información en JVClegal.org/services.

Si tiene un problema con una joya que compró en una compañía ubicada fuera de los EE. UU., reporte el problema en econsumer.gov.