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Funcionan de la siguiente manera:

Recibes una llamada: “Abuela, necesito dinero para pagar la fianza”. O quizás recibas un email de alguien que se presenta como tu hermano o un amigo que te dice que está en problemas. Necesitan dinero para pagar una factura de gastos médicos. O algún otro tipo de emergencia. La persona que te llama dice que es urgente, y te pide que guardes el secreto.

¿Pero esa persona que te está llamando es quien crees que es? Los estafadores tienen talento para hacerse pasar por alguien que no son. Pueden ser convincentes: a veces, usan información de sitios de redes sociales o piratean la cuenta de email de tus seres queridos, todo eso para que la situación parezca más real. Y te presionarán para que les mandes dinero antes de que tengas tiempo de pensarlo.

Esto es lo que tienes que hacer:

1. Pisa el freno. Verifícalo. Busca el número de teléfono de tu familiar por tu cuenta y llama a otro miembro de tu familia para verificar la historia.

2. Pásale esta información a un amigo. Tal vez tú no hayas recibido una de estas llamadas, pero es probable que conozcas a alguien que recibirá una en el futuro, si no es que ya la recibió.

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