Según cuenta la historia, hace varios siglos, un explorador llamado Ponce de León buscó en vano la Fuente de la Juventud. En nuestros días, los consumidores todavía recorren las estanterías de las tiendas, atraviesan mareas de anuncios de TV y radio, y navegan por internet a la búsqueda de un elixir que los ayude a mantener un cuerpo delgado y fuerte, y una piel lisa y sin arrugas. Algunos comerciantes de nuestros tiempos que venden píldoras y sprays dicen haber encontrado la Fuente de la Juventud en un producto llamado hormona del crecimiento o HGH (Human Growth Hormone, en inglés). Pero la Comisión Federal de Comercio (FTC, por su sigla en inglés), la agencia nacional de protección del consumidor, dice que un análisis más minucioso de estos productos de venta libre sugiere que podría ser sólo una exageración publicitaria.
La hormona del crecimiento es una sustancia secretada por la glándula pituitaria que estimula el crecimiento de los niños y adolescentes. En estudios publicados por el New England Journal of Medicine se sugiere que la hormona HGH en su forma inyectable puede ofrecer algunos beneficios. Pero estos estudios solamente se centraron en el análisis de la hormona HGH de prescripción médica. Incluso, la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) todavía no ha aprobado la forma de HGH de prescripción médica para usos de antienvejecimiento o tratamientos anti-edad.
No obstante, algunos comerciantes están tratando de capitalizar los resultados de estos estudios vendiendo píldoras y sprays “de imitación” afirmando que ofrecen los mismos beneficios que la hormona HGH de prescripción médica. Estos comerciantes dicen que algunos de estos productos contienen la hormona HGH propiamente dicha; también promocionan otros productos como “estimulantes” o “secretores” de la hormona HGH afirmando que pueden aumentar el nivel de secreción del cuerpo humano de producir su propia HGH. En ambos casos, al personal de la FTC no le consta que exista ninguna prueba confiable que respalde esta declaración que supone que estos productos simuladores tengan el mismo efecto que la HGH de prescripción médica.
De hecho, en un editorial del New England Journal of Medicine publicado en 2003 sobre productos “de imitación” de la hormona HGH se advierte que: “Si alguien induce al público a comprar un ‘secretor de la hormona de crecimiento humano’ sobre la base de la investigación publicada en el Journal, está desinformando y engañando a la gente”. Y por su parte, la FDA dice que no tiene conocimiento de la existencia de ninguna prueba confiable que respalde las declaraciones referidas al efecto de antienvejecimiento de las píldoras y sprays de venta libre que supuestamente contengan la hormona HGH. La agencia aún no ha aprobado ningún producto por el estilo para propósitos antienvejecimiento ni para ningún otro fin.
En pocas palabras, los productos que se promocionan aduciendo una supuesta conexión con la hormona HGH y que se venden sin prescripción médica en la farmacia de la esquina, en internet o a través del sistema de telemercadeo prometen mucho, pero tienen poco o nada para decir que pruebe su eficacia para atrasar el paso del tiempo.
La FTC les aconseja a las personas que sientan la tentación de comprar un producto de venta libre que:
- diga que contiene la hormona HGH o que estimula la producción de esta hormona
- prometa una pérdida de peso fácil y un aumento de la masa muscular sin esfuerzo o cualquier otro beneficio “demasiado bueno para ser verdad”
- o que se promocione como un “atajo” antienvejecimiento efectivo para la salud y la vitalidad
deberían dudar y consultar previamente con un profesional de atención de la salud.
Anteriormente, este artículo se llamaba HGH: ¿Crece la exageración publicitaria de la hormona de crecimiento humano?