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Este video muestra cómo alguien compara los costos al momento de elegir un lugar de ahorro y cuentas corrientes abiertas.

Transcript

Sara quería una cuenta de ahorro, para juntar dinero para un carro.
Y quería una cuenta corriente, para pagar sus cuentas.  Ella fue a un banco, cerca de su oficina.
Sara se sorprendió que el banco le cobrara un cargo mensual a todas las personas con menos de $1,000 dólares en el banco.
Así que Sara decidió estudiar el asunto.
Hizo una lista de las cosas importantes para ella: Sara quería un banco que tuviera muchos cajeros automáticos, no quería pagar cargos... Así que buscaba un banco que le permitiera mantener un saldo mínimo bajo, sin cobrarle un cargo extra.
También quería un banco que le pagara intereses sobre las 2 cuentas: la de ahorro, y la cuenta corriente.
Sara sabía lo que quería. Entonces comparó una cooperativa de crédito con otro banco.
La cooperativa de crédito no tenía muchos cajeros automáticos, pero podía usar gratis los cajeros automáticos de cualquier otra cooperativa de crédito. No le aplicaban cargos ni tampoco le exigían mantener un saldo mínimo. Y en ambas cuentas, le pagaban una pequeña tasa de interés. El banco tenía muchos cajeros automáticos, pero le aplicaban cargos si su saldo era menos de $300 dólares.
La cuenta de ahorro le pagaba intereses,  pero la cuenta corriente no. Sara pensó que el banco podría ser más conveniente,  pero le preocupaba tener que pagar cargos si su saldo era de menos de $300 dólares.
Y le gustaba la idea de ganar intereses sobre su dinero. Aunque fuera sólo un poquito.
Sara decidió que el lugar indicado para ayudarla a ahorrar,  y pagar sus facturas, era la cooperativa de crédito. Pero fue una decisión difícil.

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