Desde el inicio de la crisis del COVID-19, la FTC ha enviado docenas de cartas de advertencia contra aquellos que están tratando de ganarse unos dólares de manera ilegal con el coronavirus. Transcurrido más de un mes, pareciera un buen momento para mirar atrás y analizar lo que sucedió. Si sigues este blog, sabrás que han sido semanas ajetreadas – estuvimos ocupados con consejos sobre cómo detectar las muchas estafas que estamos enfrentando todos, noticias acerca de las cartas de advertencia enviadas a los responsables de una amplia variedad de estafas y presentando algunas acciones de cumplimiento.
Tal vez te preguntes: ¿por qué sólo están enviando cartas? ¿Por qué no demandan a esos !*$@&#? Buena pregunta. Pero las cartas están teniendo efecto. Y dado el alcance de las estafas que están circulando en estos momentos, queremos obtener los mejores resultados que podamos y lo más rápido posible con la herramienta más eficiente en nuestras manos. Y en este momento, para estos asuntos relacionados con el coronavirus, son las cartas de advertencia.
En general, el mecanismo de estas cartas funciona de la siguiente manera:
- Detectamos que alguien está anunciando algo sin pruebas de su efectividad – y en muchos casos, diciendo mentiras descaradas sobre sus beneficios.
- Le enviamos una carta señalando las cosas ilegales que están haciendo.
- Tienen un plazo de 48 horas para decirnos qué hicieron para resolver los problemas que les planteamos.
Hasta ahora, en casi todos los casos, quienes recibieron las cartas han dejado de efectuar las declaraciones falsas o han dejado de vender la cosa fraudulenta – ya sean las curas de un producto o los ingresos de un esquema de trabajo en casa. En 48 horas se terminan las mentiras a la gente y dejan de robarle su dinero. Durante una crisis como ésta, hemos priorizado frenar a la mayor cantidad posible de malhechores y hacerlo lo más rápido posible. Y cuando lo logramos con una carta de advertencia, lo tomamos como una victoria.
La mayor parte de las cartas que hemos enviado hasta el momento están relacionadas con las primeras y flamantes estafas: los tratamientos y curas – de muchos de los cuales nos hemos enterado por ti. Por supuesto que estos tratamientos y curas no eran todo lo que decían ser. Los vendedores promocionaron de todo, desde tés y aceites esenciales hasta “terapias” intravenosas o con ozono, tratamientos con células madre y altas dosis de vitamina C. Todos estos productos tenían una cosa en común: no había pruebas – ninguna prueba – de su efectividad contra el coronavirus.
Estas cartas de advertencia también están dando resultado en otros sectores. Hemos enviado 13 cartas a proveedores de servicio VoIP y otras compañías, para decirles que observamos cómo están ayudando a telemercaderes ilegales o responsables de llamadas automáticas pre-grabadas ilegales a efectuar llamadas relacionadas con el COVID-19, y para decirles que dejen de hacerlo. Y hace tan sólo dos semanas, hemos enviado 10 cartas a compañías de comercialización multiniveles o MLM por efectuar declaraciones exageradas con respecto a su oportunidad de negocio para vender desde la casa curas y tratamientos falsos para el coronavirus. Estas compañías hicieron doblete: declaraciones falsas sobre los ingresos con su programa de trabajo en casa y declaraciones de salud infundadas para sus productos.
Pero a veces, para obtener el resultado deseado, se necesita una mayor potencia de ataque. Tuvimos que entablar una demanda judicial para frenar a una compañía que, presuntamente, fingía estar afiliada con el Programa de protección de cheques de pago de la Agencia Federal para el Desarrollo de la Pequeña Empresa, y que engañó a cientos – si no miles – de pequeños negocios. Y la semana pasada, entablamos una demanda contra Whole Leaf Organics por presuntas declaraciones de tratamiento con CBD, no sólo para el coronavirus, sino también para el cáncer. Ambos casos se encuentran pendientes.
Lo que sabemos acerca del COVID-19 cambia semana a semana. Y en estos momentos, los estafadores están cambiando su foco hacia los pagos de impacto económico, entre otras cosas, para encontrar nuevas maneras de apropiarse de tu dinero o de tu información. Pero hay algunas cosas que siguen siendo ciertas en tofos los casos:
- Los estafadores están pregonando curas y tratamientos sin pruebas de su efectividad. Recuerda, hasta ahora, no existe nada comprobado para prevenir el COVID-19.
- Todo aquel que te diga que le pagues con una tarjeta de regalo, transferencia de dinero, dinero en efectivo o Bitcoins es un estafador. Punto final. Y si dicen que trabajan para el gobierno, no es verdad.
- Nunca le des tu número de Seguro Social, ni los números de tu cuenta bancaria o tarjeta de crédito a alguien que se comunique contigo. Y lo repetimos, tampoco si te dicen que trabajan para el gobierno.
Si tienes presente estas tres cosas, y las compartes con los miembros de tu comunidad, podemos bajar las tasas de éxito de los estafadores. Para mantenerte informado con las noticias más recientes, suscríbete para recibir las alertas para consumidores de parte de la FTC. Y cuando detectes una estafa, cuéntaselo a la FTC en ftc.gov/queja. Porque tú puedes ayudarnos a seguir trabajando para terminar con estas estafas.