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Según el Departamento de Energía de Estados Unidos (DOE), más de la mitad de la energía que se consume en una casa típica se usa para la climatización y refrigeración. Cuanto más eficientes sean los sistemas de calefacción, ventilación y aire acondicionado (HVAC), menos será el costo de funcionamiento y el monto en las facturas de calefacción y refrigeración. Aquí le presentamos algunas recomendaciones que lo ayudarán a comprar con prudencia y a ahorrar dinero en el uso de energía.

Piense en eficiencia

Cuando quiera comprar sistemas y equipamiento HVAC nuevos, es importante que compare no solo el precio inicial, sino también la eficiencia energética; es decir, cuánto consumirá el nuevo sistema HVAC. Para esto lo pueden ayudar la etiqueta EnergyGuide y el logo de ENERGY STAR.

  • La etiqueta EnergyGuide. Todos los vendedores de sistemas de calefacción y refrigeración (aires acondicionados centrales, calefactores, calderas y bombas de calor) tienen la obligación de informarle cuánta energía consume el producto y cómo se compara con los modelos similares. Se lo deben explicar en el punto de venta. Los fabricantes incluyen esta información por medio de la etiqueta EnergyGuide del producto. Normalmente podrá ver la etiqueta en el producto cuando compra en persona, pero también la puede encontrar en un sitio web, una hoja informativa o un folleto.
  • Logo de ENERGY STAR. Este logo significa que el producto cumple con ciertas pautas de eficiencia energética establecidas por la Agencia de Protección Ambiental y el DOE. Para obtener más información, visite energystar.gov.

Otras formas de ahorrar energía

Realice una auditoría de energía en su casa. También conocida como evaluación de energía del hogar, esta evaluación le permitirá saber el nivel de eficiencia de sus sistemas de calefacción y refrigeración y en qué lugar de su casa está desperdiciando energía, por ejemplo, a causa de fugas de aire o áticos y conductos con bajo nivel de aislamiento. Su compañía de servicios públicos podría ofrecer evaluaciones de energía gratuitas o de bajo costo, o recomendarle a alguien que las haga. También puede encontrar recomendaciones en la oficina gubernamental de energía o aclimatación local o estatal, o visitar energysavers.gov para encontrar más recursos.

  • Una evaluación profesional podría costarle cientos de dólares. Antes de contratar una compañía, obtenga varias referencias. Busque los sitios de confianza que publican calificaciones y comentarios. ¿Parece que los clientes tienen experiencias similares, ya sean buenas o malas? Compruebe la reputación de una compañía mediante una búsqueda del nombre de la compañía junto con palabras como “estafa”, “comentario” o “reclamo”. Si paga por una evaluación, esta debería incluir recomendaciones específicas.
  • Otra opción puede ser que usted haga la evaluación por su cuenta. Aunque no sea tan minuciosa como una evaluación profesional de energía en su casa, podría ayudarlo a detectar algunas de las áreas más fáciles de tratar. Para obtener más información, visite el sitio web de Ahorro de Energía del DOE o use la herramienta en línea en hes.lbl.gov.

Selle las fugas de aire e instale material aislante.

  • Selle las fugas de aire que detecte alrededor de ventanas, puertas y lugares donde los conductos y cables atraviesan las paredes. Revise el enmasillado y los burletes existentes para controlar que no haya grietas o espacios de separación.
  • Revise los conductos en busca de agujeros o espacios de separación en las juntas por donde se pueda fugar el aire. Puede sellar usted mismo algunas fugas con masilla selladora o cinta metálica (no utilice cinta para conductos). Puede ser una buena inversión contratar a un profesional para que repare los conductos que tengan fugas.
  • Refuerce el aislamiento de su hogar a los niveles recomendados por el DOE en las zonas donde su evaluación de energía muestre que sea necesario hacerlo.

Si su casa tiene ventanas viejas o ineficientes, considere reemplazarlas.

Pregunte por los ofrecimientos especiales de eficiencia energética. Si busca productos de eficiencia energética, pídale información a su vendedor o compañía de servicios públicos sobre reembolsos de dinero, préstamos de interés bajo u otros programas de incentivos en su zona. También puede visitar la Base de datos de Incentivos Estatales para Recursos Renovables y Eficiencia para obtener información sobre incentivos patrocinados por el gobierno y los servicios públicos.

Fíjese también en los pequeños detalles. Los pequeños ahorros pueden sumarle dinero. Por ejemplo, puede hacer lo siguiente:

  • Baje el termostato en invierno y súbalo en verano antes de ir a dormir o salir de su casa, o instale un termostato programable para que lo haga de forma automática.
  • Revise los filtros de las calderas por presión de aire, bombas de calor o aparatos de aire acondicionado según lo recomendado para saber si necesitan una limpieza o si debe reemplazarlos.
  • Controle que los respiraderos del hogar de leña estén cerrados cuando no haya fuego.
  • Considere inscribirse en un programa de facturación presupuestada, si su compañía de servicios o de petróleo se lo ofrece. A pesar de que no estará pagando menos, sus gastos se dividirán equitativamente a lo largo del año, lo que le permite protegerse de los picos de consumo de temporada. Si depende de un ingreso fijo o si tiene problemas para pagar sus facturas de servicios, comuníquese con su compañía de servicios. Pueden disponer de planes de asistencia de energía.

Si su sistema de calefacción funciona a petróleo, busque otras opciones y compárelas para saber si está pagando un buen precio. Investigue la compañía y sus servicios antes de firmar un contrato. Si vive en una zona donde puede elegir un proveedor de gas natural, busque y compare los mejores precios.

Use la cabeza a la hora de comprar productos y servicios para “ahorrar energía ”

  • Desconfíe de los productos que prometen disminuir drásticamente sus gastos de climatización y refrigeración. Visite los sitios de confianza que publiquen calificaciones y comentarios, y realice una búsqueda con el nombre de la compañía o del producto junto con palabras como “estafa” o “reclamo”.
  • No ceda ante las llamadas de ventas domiciliarias que lo puedan presionar para que compre calderas, ventanas y otros productos para hacer mejoras en su casa. Encuentre un contratista con licencia y que tenga buen renombre, y recuerde que la regla de período de reflexión le concede tres días hábiles para cancelar un contrato si lo firmó en su casa o en cualquier otro sitio que no sea el domicilio comercial permanente del contratista. No es necesario que tenga un motivo para cancelar su compra. Tiene el derecho a cambiar de parecer.

Para más información

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