La gente está recibiendo cartas por correo, de parte de una oficina de abogados, diciendo que uno de sus clientes ha muerto y que están buscando al heredero. ¡Y dicen que tú eres el heredero! (Alerta: no lo eres). La carta continúa explicando su oferta: quieren repartir la herencia contigo, algunas organizaciones de caridad y la oficina de abogados. ¿Pero qué es lo que está pasando en realidad?