Funcionan de la siguiente manera:
Ves un anuncio publicitario o un anuncio en línea que dice que puedes aprender cómo ganar un montón de dinero. Parece algo rápido, fácil y de bajo riesgo, y podría involucrar inversiones en los mercados financieros o de bienes raíces.
La compañía dice que su sistema está “probado” y tienen testimonios de gente que usó su sistema y se hizo rica. Pero esas personas podrían ser actores pagados y sus opiniones podrían ser inventadas.
Todas las inversiones tienen riesgo. Nadie te puede garantizar un monto específico de rendimiento de una inversión. Y nadie te puede garantizar el éxito de una inversión. Todo aquel que te prometa un rendimiento o dividendo garantizado con bajo o ningún riesgo es un estafador.
Esto es lo que tienes que hacer:
1. Pisa el freno. Tómate el tiempo necesario para investigar lo que te ofrecen. Los estafadores quieren apurarte para que tomes una decisión. Frena. Haz una búsqueda en internet ingresando el nombre de la compañía y palabras como “review”, “scam” o “complaint”; si haces la búsqueda en español, reemplaza esas palabras con “comentario”, “estafa” o “queja”.
2. Pásale esta información a un amigo. Tal vez tú no hayas recibido uno de estos ofrecimientos, pero es probable que conozcas a alguien que sí los recibió.
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