Funcionan de la siguiente manera:
Recibes una llamada, una carta, un email o mensaje de texto y te dicen ¡has ganado! Tal vez son unas vacaciones o un crucero, una lotería o un sorteo. La persona que te llama para hablarte de tu premio está muy emocionada y también impaciente por entregarte lo que te ganaste.
Pero esto es lo que sucede a continuación: Te dicen que hay que pagar cargos, impuestos o aranceles de aduana. Entonces te piden el número de tu tarjeta de crédito o la información de tu cuenta bancaria. O te piden que pagues en efectivo, con tarjetas de regalo, transferencias de dinero o criptomonedas.
Si le pagas a un estafador o le das tu información, tú pierdes. No hay ningún premio. En lugar de un premio, recibes más pedidos de dinero, y más promesas falsas de que te ganaste algo importante.
Esto es lo que tienes que hacer:
1. Guárdate tu dinero, y tu información. Nunca compartas tu información financiera con alguien que se comunica contigo y te dice que la necesita. Y nunca le envíes dinero en efectivo a nadie o pagues con tarjetas de regalo, transferencias de dinero o criptomonedas.
2. Pásale esta información a un amigo. Probablemente tú ignoras este tipo de estafas cuando las ves o las escuchas. Pero probablemente conoces a alguien que podría beneficiarse de un recordatorio amistoso.
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