Ya casi es el día de San Valentín. Tal vez ya le enviaste una tarjeta a tu abuela, abuelo, o a la persona adulto mayor en tu vida. Pero si no les has dicho últimamente que los amas, levanta el teléfono y llama también. Mientras se ponen al día, recuérdales que nunca los presionarás para que te transfieran dinero o compren tarjetas de regalo para mandarte dinero, pero un estafador si podría hacerlo.
Los estafadores usan emergencias familiares falsas para atacar a las personas mayores. Llaman haciéndose pasar por un nieto en problemas, un abogado, o un oficial de policía. Piden dinero, pero una vez que se descubre que no hubo una emergencia, el estafador ya ha desaparecido con el dinero. Es posible que no recibas estas llamadas fraudulentas, pero es probable que conozcas a alguien que las reciba, si es que no ha pasado ya. Compartir es demostrar interés.
Esto es lo que puedes decir a la persona mayor en tu vida para ayudarlo a detectar una estafa:
- “Nunca te llamaré y te pediré que envíes dinero para una emergencia. Eso es una estafa. ¡Cuelga!" No importa quién diga ser la persona que llama, resiste la tentación de enviar dinero de inmediato. Si te piden que hagas pagos que son difíciles de rastrear (haciendo una transferencia de dinero, enviando un money order, o pagando con tarjetas de regalo, tarjetas recargables o criptomonedas), eso es una estafa.
- “Si alguien te presiona para que envíes dinero en secreto para sacarme a mí (o a alguien que conoces) de un problema, eso es una estafa. Frena y compruébalo.” Los estafadores no quieren que hables con nadie más y te des cuenta de que es una estafa. No lo mantengas en silencio, especialmente si no puedes comunicarte con la persona que se supone que está en problemas. Llama a alguien en quien confías para que te ayude a verificar si realmente hay una emergencia.
Obtén más información sobre las estafas dirigidas a las personas mayores en ftc.gov/Pasalo y denuncia a los estafadores en ReporteFraude.ftc.gov.