Algunos beneficiarios de Medicare están recibiendo por correo muchas pruebas de COVID que no pidieron, y Medicare está recibiendo la factura. Otras personas no reciben pruebas, pero encuentran cargos por pruebas en sus resúmenes de Medicare. Las personas dicen que no recuerdan haber aceptado órdenes de pedido ni reconocen los nombres de las compañías que les hacen los cargos. Este tipo de fraudes, junto con los errores y el uso indebido, le cuestan a Medicare alrededor de $60 mil millones de dólares al año y le roban el tiempo y la energía a la gente.